Hombre y una mujer recibieron una pena de 3 años de ejecución en suspenso, luego de haber sido declarados culpables por el Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 de haberle exigido 300.000 pesos a un médico que "escrachaban" públicamente con denuncias falsas de violación.
Un pareja fue condenada a 3 años de prisión de ejecución en suspenso por haber amenazado e intentado extorsionar a un cirujano con 300.000 pesos para no denunciarlo por una supuesta violación.
La pena la dictó en un juicio abreviado el juez del Tribunal Oral en lo Criminal N°2, Alexis Simaz, por los delitos de “extorsión en grado de tentativa, daño y desobediencia”.
Luego de una investigación realizada por la fiscal Lorena Hirigoyen, las partes no discutieron los hechos y acordaron que, además de la condena, la pareja sentenciada no se podrá acercar a la víctima y deberá pedir disculpas ante las clínicas en donde trabajaba.
Los hechos comenzaron el 19 de octubre, cuando una pareja fue a al consultorio del doctor Agustín Matia, para solicitarle que revisara a la mujer por una operación que se había sometido de glúteos y mamas. Esa consulta fue el inicio de una serie de tormentos y hostigamientos que tuvo que soportar la víctima.
El 21 de octubre, a las 16.30, el hombre fue hasta el consultorio de Matia y lo agredió verbalmente y lo acusó de haber violado a su pareja, por lo que le exigía 300.000 pesos o, en caso contrario, lo mataría a él, a su familia y lo escracharía en redes.
El 27 de octubre a la mañana, el mismo hombre volvió al consultorio del doctor Matia y escribió contra una de las paredes con aerosol negro “abusador” y “violador”. Ese mismo día, la jueza de garantías Lucrecia Bustos emitió una orden de restricción de acercamiento contra el agresor.
Al día siguiente, cerca de las 6 de la mañana, la pareja fue en un Citroen Ds3 hasta el sector de guardia de la Clínica Pueyrredon -Jujuy 2100- y pegaron carteles en las paredes lindantes con la imagen del doctor y la leyende “violador”.
A pesar de la orden de restricción los hostigamientos no cesaron. El 31 de octubre a las 9 de la mañana, la pareja fue en auto hasta la casa de Matia y pegaron carteles con su cara y la leyenda “violador”.
Al día siguiente, el hombre volvió al consultorio del doctor Matia, rompió un cartel de “venta” que había en el inmueble, unos caños de aire acondicionado y, con aerosol rojo, escribió “violador” y “degenerado violador”
Finalmente, el 2 de noviembre a las 19, realizaron pintadas en las paredes del consultorio de Matia.